domingo, 14 de julio de 2013

Alcalá

A veces resulta dificil adaptarse a una nueva vida, a un nuevo lugar. Cuando llegas a un sitio como este y no conoces a nadie, buscas una habitación para alquilar, e intentas asentarte y acostumbrarte a tu nuevo trabajo, echas de menos a tu familia y a tus amigos. Poco a poco las cosas van saliendo, la casa en la que solo érais tres poco a poco va adquiriendo su condición de hogar, conoces a gente que te apoya y que te ayuda, te pasan cosas raras, buenas y malas, y cuando quieres darte cuenta ya estás inmerso en una ciudad en la que nunca jamás te creerías capaz de vivir. De repente te roban el coche, te despiden, y todo te sale al revés, pero a ti te da igual, te lo tomas con calma y decides que no es momento de estresarse. Quieres irte a casa pero solo de visita. Sabes que esto es pasajero pero es aquí donde quieres estar ahora mismo, con tu paseo por el centro, y tu helado nocturno en la plaza Cervantes, viendo pasar la gente, mientras descansas los pies después de recorrerte varias veces la calle Mayor